TODAS LAS PISTOLAS DEL MUNDO
JAIME GARZA
A Juan Beat
La canción era mi favorita y la pistola no era mía. No me gustan las pistolas cargadas ni las mujeres que no me quieren.Yo no sostenía la pistola, era Karina.
Karina no me quería, quería a otro que tampoco la quería y que se acostaba con mil mujeres y ninguna de ellas era ella.
Yo no sé si quiero a Karina, creo que sí, no estoy muy seguro. Hubiera sido capaz de besarla y pasarla muy bien escuchando juntos mi canción favorita y otras canciones que no me gustan tanto. Pero ella sólo pensaba en un caradura de pelo largo.
Se puso a llorar y tiró la pistola al suelo del auto. Ahora no puedo soportar esa canción que tanto me gustaba. Tendré que escuchar todos mis discos otra vez y no encontraré otra canción tan bonita como esa.
Le dije que le invitaba una cerveza, que el día de mañana podía hacer cosas nuevas como pintarse el cabello o ir al cine.
-Idiota –dijo. Guardó la pistola en su bolsa y apagó la radio.
No habrá otra canción como esa, estoy seguro.
Al día siguiente me iba muy lejos a un lugar de esos a los que todos quieren ir. Ámsterdam o Londres o Madrid. A beber Heineken y después salir a pedir el número de móvil a las mujeres que pasean en la gran vía. Nadie me dirá “vale, llámame más tarde”. Me la pasaré en fumaderos de hash pensando en que las mujeres que quiero están muy lejos y ninguna piensa en mí. Cuando baje del avión y esté en México otra vez, recordaré que nadie me quiere, que he perdido canciones y mujeres y que no hay nada más triste en el mundo que un hombre sin canción y sin mujer.
Body: Y en el aeropuerto me toparé con toda esa gente que no me quiere. Como pistolas apuntándome a la cabeza, con una bala en la recámara y el cargador con todos los tiros. Todos con buena puntería. Todos listos para disparar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario